Interviene en funciones tan importantes como la masticación, la deglución o el habla.
La presencia de los dientes hace que, en caso de desplazamiento de la fractura, los dientes se desplacen también con el hueso, haciendo que cambie la forma en la que encajan los dientes (oclusión).
El tratamiento correcto es de vital importancia por la necesidad de restituir todas sus funciones (masticación, habla, deglución) y la estética facial.
Una fractura se considera desplazada cuando los fragmentos óseos no están perfectamente alineados anatómicamente.
Dependiendo de la localización y dirección del trazo de fractura, la acción de los músculos masticadores producirá un desplazamiento mayor o menor de los fragmentos (fractura favorable si la acción muscular aproxima los fragmentos, fractura desfavorable si los separa).
Cuanto mayor sea el desplazamiento de la fractura, mayores son las posibilidades de movilidad patológica de los fragmentos, con la posibilidad de lesión del nervio dentario y de contaminación del foco.
La mandíbula, a pesar de su consistencia, tiene varios puntos débiles, que son más susceptibles a fracturarse en caso de traumatismo:
Las fracturas Simples son fracturas lineales, que producen 2 fragmentos.
Pueden ser completas o incompletas.
Las fracturas en el adulto habitualmente son completas: se produce una interrupción de la continuidad de la mandíbula, por lo que los fragmentos tienen movilidad y un grado variable de desplazamiento.
Las fracturas incompletas (fracturas en tallo verde) no afectan a la totalidad del grosor de la mandíbula, habitualmente respetan una de las corticales (interna o externa), o los bordes basal o alveolar. Se producen, sobre todo, en niños. En estos asos, la fractura no sele estar esplazada ni tener movilidad, por lo que, en principio, el tratamiento es conservador: dieta batida.
Las fracturas complejas presentan más de una línea de fractura dentro de la misma región mandibular. A veces el foco de fractura produce un fragmento triangular en la basal mandibular (fr. con cuña basal); otras veces hay dos líneas de fractura que aislan un segmento óseo completo (Fr. segmentarias); en las fracturas conminutas existen múltiples lineas de fractura que poducen múltiples fragmentos; finalmente, en ocasiones los fragmentos son tan pequeños que se produce una pérdida ósea (fr. con defecto).
Existen dos tipos fundamentales de tratamiento:
Tras conseguir una oclusión dentaria correcta se realiza un bloqueo intermaxilar mediante el empleo de tornillos intraorales y gomas elásticas, férulas o braquets de ortodoncia. El objetivo es mantener la fractura inmovilizada el tiempo suficiente para permitir la consolidación ósea (que el hueso suelde).
Durante estas 6 semanas el paciente permanece con la boca cerrada, alimentándose mediante dieta líquida o muy triturada.
A las 6 semanas se retira el bloqueo y se comprueba la estabilidad de la fractura. Durante las dos semanas sguientes se permite ya una dieta blanda y, si la oclusión permanece correcta, a final de ese periodo se retiran las férulas o los tornillos.
Se realiza un abordaje abierto del foco de fractura (en la gran mayoría de los casos intraoral, sin cicatrices cutáneas). Se reducen los fragmentos y se fijan mediante el empleo de placas y tornillos de titanio, de pequeño tamaño, que estabilizan la fractura y permiten la curación ósea.
El paciente puede abrir la boca y debe masticar dieta blanda durante 6 semanas. En algunas ocasiones puede ser necesario añadir de forma temporal un bloqueo intermaxilar.
El proceso de consolidación ósea en una fractura tarda unas 6 semanas. Durante ese tiempo, a pesar del tratamiento con osteosíntesis, se va a necesitar seguir rigurosamente una dieta blanda y estrictas medidas higiénicas orales para prevenir las infecciones y mantener la estabilidad del foco.
Le indicaremos las revisiones periódicas necesarias y los controles radiológicos durante el seguimiento.