Fracturas de Malar



El hueso malar (pómulo) es uno de los pilares fundamentales en el esqueleto facial. Constituye la porción infero-externa de la órbita, formando la pared lateral y la mitad del suelo orbitario.

Es una de las zonas más prominentes de la cara, por lo que está muy expuesto a los traumatismos y puede fracturarse con cierta facilidad.

FUNCIONES DEL HUESO MALAR

  • Constituye un “parachoques” que protege el globo ocular.
  • Forma un soporte y protección de estructuras relacionadas con la masticación.
  • Proporciona sustento y simetría a los globos oculares



¿CUALES SON LOS SIGNOS Y SINTOMAS CLINICOS?

  • Suele presentarse importante edema y/o hematoma palpebral, asociado a hemorragia subconjuntival.
  • Si el impacto desplaza el hueso malar hacia atrás, se producirá un hundimiento del pómulo por disminución de la proyección anterior de la eminencia malar.
  • La tracción hacia abajo del músculo masetero suele producir un desplazamiento hacia abajo del malar que, a través del ligamento cantal, arrastra también la inserción del canto externo del ojo, y produce una inclinación de la hendidura palpebral conocida como «inclinación anti-mongoloide».
  • Si se produce una rotación póstero-medial, el malar producirá dolor o limitación de la apertura bucal por interferencia con la apófisis coronoides.
  • Los cambios en el volumen de la órbita pueden alterar la posición del ojo (distopia – ojos a distinta altura) o atrapar los músculos motores oculares. Pueden presentarse alteraciones visuales, como disminución de la visión o incluso visión doble (diplopia).
  • Un dato típico es la disminución de la sensibilidad (hipoestesia) de la región del pómulo, el párpado inferior, los dientes del sector anterior maxilar y la fosa nasal del mismo lado por afectación del nervio infraorbitario



Antimongoloide logo
Malar vista gusano logo
Fractura malar hematoma


La fractura suele producir un desplazamiento hacia abajo del hueso malar por la tracción del músculo masetero, arrastrando la inserción del canto externo del ojo también hacia abajo, y produciendo una inclinación de la hendidura palpebral llamada “desviación antimongoloide”.

Si el malar es desplazado hacia atrás, se producirá un hundimiento del pómulo por disminución de la proyección anterior de la eminencia malar.

Si se produce una rotación póstero-medial, el paciente tendrá limitación o dolor para abrir la boca por interferencia con la apófisis coronoides de la mandíbula.

Suele presentarse importante edema y/o hematoma palpebral, asociado a hemorragia subconjuntival.

Los cambios en el volumen de la órbita pueden alterar la posición del ojo (distopia – ojos a distinta altura) o atrapar los músculos motores oculares. Pueden presentarse alteraciones visuales, como disminución de la visión o incluso visión doble (diplopia).

Un dato típico es la disminución de la sensibilidad (hipoestesia) de la región del pómulo, el párpado inferior, los dientes del sector anterior maxilar y la fosa nasal del mismo lado por afectación del nervio infraorbitario.



TRATAMIENTO QUIRURGICO

Redución Cerrada

En algunos casos una fractura simple no conminuta puede,mediante una manipulación cerrada, reducirse de forma correcta y quedar lo suficientemente estable para no necesitar fijación con osteosíntesis.

El objetivo es conseguir una reducción anatómica correcta del foco de fractura para devolver a la órbita su estructura original, restaurando sus dimensiones y la anchura, proyección antero-posterior y altura del tercio medio de la cara.



Redución Abierta

En la mayoría de los casos es necesario un abordaje quirúrgico para conseguir una reducción corecta y estable de la fractura.

A través de pequeñas incisiones que resultan luego prácticamente invisibles, se reducen los focos de fractura («se colocan los huesos en su sitio») y se fijan mediante la colocación de miniplacas y tornillos de titanio.