La corrección de una deformidad dentofacial mediante cirugía ortognática necesita los siguientes pasos:
El primer paso para un correcto tratamiento consiste en conseguir un diagnóstico preciso de la deformidad, y decidir si es un caso solucionable solamente con ortodoncia, o si va a ser necesaria una corrección con cirugía.
El objetivo del tratamiento ortodóncico preoperatorio es la colocar los dientes en las arcadas para que encajen perfectamente una vez operado el paciente.
Mediante software de última generación es posible tranferir los datos al ordenador y trabajar sobre un modelo 3D de tu cara para analizar y planificar de forma digital el tratamiento. De esta forma, podemos simular la cirugía y ver los cambios que va a producir sobre la oclusion y la estética de la cara con precisión milimétrica.
Inmediatamente antes de la cirugía, es preciso realizar unas guías quirúrgicas (férulas) que nos permiten reproducir en quirofano de forma precisa los movimientos que hemos planificado en el modelo 3D.
La intervención se realiza bajo anestesia general, a través de incisiones intraorales, por lo que no queda cicatriz alguna en la cara; la posición de uno o de los dos maxilares, dependiendo del caso, se corrige mediante unas osteotomías (cortes en el hueso) que nos permiten recolcarlos en la nueva posición fijándolos con miniplacas y tornillos de titanio.
Después de la intervención suele ser necesario un periodo más corto de ortodoncia para realizar los retoques finales y terminar de ajustar la oclusión
El primer paso para un correcto tratamiento consiste en conseguir un diagnóstico preciso de la deformidad, descubriendo cuáles son las causas del problema, y decidir si es un caso solucionable solamente con ortodoncia, o si va a ser necesaria la intervención de un cirujano Maxilofacial para realizar una corrección quirurgica.
Esta fase debe llevarse a cabo en estrecha colaboración entre el ortodoncista y el cirujano maxilofacial.
La percepción de la belleza es muy subjetiva, pero hay una serie de parámetros bien establecidos que definen cuándo una cara es armónica o no. Es necesario analizar el aspecto de la cara, las proporciones faciales, la simetría, las partes blandas, la posición de los huesos faciales y cómo encajan los dientes.
La cefalometría es una técnica que nos permite analizar el cráneo, los huesos y tejidos blandos de la cara, y los dientes, que se obtiene al marcar unos puntos sobre una tele-radiografía y trazar una serie de líneas y ángulos. Estas medidas se comparan con la norma para valorar qué estructuras están correctamente colocadas y cuáles no.
El objetivo de la ortodoncia prequirúrgica es colocar los dientes en la posición teórica ideal que deberían tener respecto a sus bases óseas (maxilar superior y mandíbula), independientemente de la relación entre ambas.
Esto es muy importante, porque el hueso y los dientes son responsables del soporte a las partes blandas de la cara, y la estética y la posición de los labios va a cambiar mucho en función de la posición que tengan los dientes.
El ortodoncista intentará alinear los dientes, corregir las inclinacione, desrotar los dientes, coordinar los arcos por separado, en fin colocar los dientes en la mejor posición posible.
En este periodo suele ocurrir que, a pesar de llevar los brackets, la oclusión empeora y el paciente siente que muerde todavía peor que antes de la ortoncia; no hay que preocuparse: el ortoncista está colocando los dientes para que encajen después de la cirugía. Una vez hayamos colocado en quirófano los huesos en su sitio, los dientes encajarán bien.
En ocasiones, para corregir el apiñamiento dentario, el ortoncista va a tener que realizar extracciones de dientes sanos, porque la cantidad de apiñamiento excede la capacidad de la arcada dental para albergar dientes (hay más dientes que hueso).
Esto puede solucionarse de varias formas:
Csta expansión no debe ser superior a los 2 o 3 mm. La cantidad de expansión dento-alveolar se ve limitada por la ínfima cantidad de hueso alveolar existente en las superficies bucales. Esto es importante puesto que la corrección ortodóncica del apiñamiento, sin extracciones, va a aumentar el ángulo incisal hacia vestibular y llevará los incisivos a una posición horizontal más avanzada respecto a sus estructuras de sostén. Es necesario hacer extracciones cuando la cantidad de apiñamiento a tratar exceda la capacidad de albergar dientes en la arcada dental, y/o cuando los incisivos estén demasiado inclinados hacia vestibular. Como regla general, discrepancias en la arcada dental de más de 7 mm a menudo requieren un tratamiento ortodóncico con extracciones19.
Los premolares son los dientes que más a menudo se extraen. En general, la extracción de los primeros premolares está indicada en pacientes con gran apiñamiento anterior, protrusión de incisivos, y/o con un soporte labial excesivo. En estos casos se requiere de una biomecánica de máximo anclaje. La extracción de los segundos premolares está indicada cuando existe apiñamiento en la zona media de la arcada dental, y la posición de los incisivos superiores y el soporte labial es adecuado. También deberá considerarse en casos de anclaje posterior mínimo o moderado.
Mediante software de última generación es posible tranferir los datos al ordenador y trabajar sobre un modelo 3D de tu cara para analizar y planificar de forma digital el tratamiento. De esta forma, podemos simular la cirugía y var los cambios que va a producir sobre la oclusion y la estética de la cara con precisión milimétrica.
Inmediatamente antes de la cirugía, es preciso realizar unas guías quirúrgicas (férulas) que nos permiten reproducir en quirofano de forma precisa los movimientos que hemos planificado en el modelo 3D.
Pare ello, unos días antes de la intervención, es necesario realizar los siguientes pasos:
El cóndilo (porción articular de la mandíbula) puede encontrarse a veces en una posición anómala, más hacia delante de su posición correcta (relación céntrica). Si realizamos la planificación con la mandíbula fuera de sitio, estamos partiendo ya de una posición errónea.
Para evitar esto, antes de realizar el TAC preoperatorio, el ortodoncista tendrá que prepararnos una cera de mordida en oclusión céntrica.
Esta cera se coloca entre los dientes al hacer las exploraciones radiológicas, de forma que nos aseguremos de que la posición inicial es la correcta.
Con la cera de mordida entre los dientes, para asegurarnos la correcta posición del cóndilo, realizaremos un TAC de alta resolución
Mediante el software de planificación realizamos un modelo 3D del TAC, e integramos en él la supefcie de los dientes para que la información sea más exacta
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La intervención se realiza bajo anestesia general, a través de incisiones intraorales, por lo que no queda cicatriz alguna en la cara; la posición de uno o de los dos maxilares, dependiendo del caso, se corrige mediante unas osteotomías (cortes en el hueso) que nos permiten recolcarlos en la nueva posición fijándolos con miniplacas y tornillos de titanio.
Después de la intervención suele ser necesario un periodo más corto de ortodoncia para realizar los retoques finales y terminar de ajustar la oclusión