Los torus son un tipo de exóstosis óseas (crecimiento anormal de hueso, no tumoral, que produce una protuberancia sobre la superficie), que pueden aparecer tanto en la cara interna de la mandíbula como en el maxilar superior.
Tienen un crecimiento muy lento, y hasta en un 90 % de los casos pueden ser bilaterales.
Histológicamente muestran la estructura del hueso cortical maduro.
Radiológicamente aparecen como lesiones radio-opacas difusas.
Aparecen en la línea media del paladar duro, con formas diversas (planos, fusiformes, nodulares o polilobulados). La mucosa que los cubre suele estar íntegra, a veces algo más pálida, aunque si se traumatiza se ulcera con cierta facilidad y puede tardar en cicatrizar.
Son frecuentes, aparecen hasta en un 20% de la población.
El tamaño puede variar desde tan pequeños que pasan inadvertidos y se detectan por palpación, hasta otros que llegan a ocupar todo el paladar interfiriendo con el habla normal.
Habitualmente se localizan en la porción central de la línea media del paladar, aunque también pueden aparecer en la parte anterior o posterior.
Son más raros que los palatinos (cerca del 8% de la población).
Aparecen en la superficie lingual de la mandíbula, sobre todo en la zona de los premolares, aunque pueden extenderse hacia los molares o hacia los incisivos.
Pueden tener varias formas, con protuberancias únicas o múltiples.
Son protuberancias óseas de tamaño variable, generalmente menores que los torus, con formas nodulares, pediculadas o planas, que aparecen sobre la superficie ósea de los maxilares como una formación bajo la mucosa dura, no dolorosa y bien delimitada.
Son más frecuentes en el maxilar superior, cerca de los caninos (colmillos).
No. Las exostósis y torus carecen de significado patológico y rara vez adquieren importancia clínica.
El tratamiento de elección es QUIRURGICO, pero solamente hay que extirparlos cuando se cumpla alguna de las siguientes CONDICIONES:
En los casos en que está indicado, el tratamiento es quirúrgico: la lesión se extirpa en la Consulta mediante una sencilla intervención, de forma rápida e indolora, bajo anestesia local y sin ingreso.
Bajo anestesia local, se realiza una incisión en el surco gingival por lingual
Se expone el torus separando la encía del hueso en el plano subperiostico
Se realiza la osteotomia con BisturÌ piezoelectrico que, al cortar por ultrasonidos, evita el riesgo de lesiones a las estructuras del suelo de boca.
Una vez completada la osteotomía, se retira el torus y se redondea el border emanante del hueso con una fresa redonda.
Se sutura la encía mediante puntos periodontales. Durante un par de semanas la dieta deberá ser blanda.
Una vez cicatrizada la herida, el aspecto es completamente normal.
Nuestra dilatada experiencia nos permite extirpar prácticamente todos los torus de forma rutinaria bajo anestesia local y de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.
Si le hemos colocado una gasa, muérdala firmemente hasta que llegue a casa, luego retírela con cuidado.
No fume durante las primeras doce horas, pues puede provocar sangrado e interferir con la curación de la herida.
Es normal que algo de sangre rezume de los bordes de la herida. Puede encontrar a la mañana siguiente la almohada con algún resto de sangre.
No sople ni aspire a través de una paja, pues esto provoca el sangrado.
Si por cualquier causa la herida vuelve a sangrar, coloque sobre ella una gasita doblada y muérdala fuertemente durante media hora…
Los casos clínicos incluyen fotografías intraoperatorias que pueden dañar su sensibilidad. Haga click en el título más abajo para ver las imágenes.
Torus mandibular en paciente edentulo
Torus mandibular en paciente con dientes