Las muelas del juicio (también llamadas “cordales” o “terceros molares”) son los últimos dientes en aparecer, erupcionando habitualmente entre los 17 y los 25 años de edad.
Algunas veces los cordales pueden quedar impactados o atascados bajo las encías, o crecer con una inclinación incorrecta, lo que puede causar problemas.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones las muelas del juicio están en la parte más posterior de la boca y no tienen espacio suficiente para salir apropiadamente, lo que puede producir complicaciones.
Cuando los cordales no tienen espacio suficiente quedan atrapadas en el hueso, unas veces completamente incluidas bajo la encía y otras semi-erupcionadas.
Dependiendo de su posición, los cordales se clasifican en:
Dependiendo de si el cordal ha salido del todo o no (erupción), podemos distinguir 3 situaciones posibles:
Cuando una muela del juicio erupciona completamente, la corona está completamente fuera de la encía.
A pesar de ello, sin embargo, en muchas ocasiones no existe suficiente espacio y las muelas salen en una posición muy posterior, por lo que al masticar nos mordemos la encía o nos resulta difícil cepillarlas correctamente y terminan produciéndose caries.
Es estos casos hay que proceder a su exodoncia (extracción).
Si el cordal está semi-erupcionado (asoma sólo parcialmente), habitualmente queda un espacio entre la corona de la muela y la encía, por donde pueden penetrar restos de comida o gérmenes habituales de la boca, produciendo infecciones de repetición. Estas infecciones generalmente afectan a la encía que rodea a la corona de la muela (“pericoronitis”), produciendo inflamación de la zona, dolor y limitaciones para la masticación. La infección puede circunscribirse a las partes blandas o afectar también al hueso.
Cuando el cordal no erupciona, habitualmente se debe a que crece en una posición anómala o queda impactado contra la muela precedente.
Esta situación puede tener las siguientes consecuencias:
A medida que van intentando salir, la presión progresiva de las muelas del juicio sobre la muela precedente puede llegar a desplazar los dientes, produciendo apiñamiento.
Hay que intentar extraer el cordal antes de que mueva los dientes porque, una vez producido el apiñamiento, la exodoncia del cordal no devuelve los dientes a su posición original (no hay nada que los presione hacia atrás) y es necesario un tratamiento con ortodoncia para corregirlo.
Otras veces, la presión sobre la muela precedente puede llegar a erosionar la raíz o la corona, con el consecuente riesgo de perder dicha pieza.
Los dientes se forman a partir de una estructura llamada saco folicular, que desaparece en condiciones normales al erupcionar el diente.
En los dientes que quedan incluidos el saco folicular puede llenarse de líquido y aumentar de tamaño alrededor del cordal, produciendo quistes (lo más frecuente), o tumores (muchísimo más raro).
La exploración y una radiografía panorámica (ortopantomografía) suelen ser suficientes para el diagnóstico y decidir el tratamiento.
Las muelas del juicio son más fáciles de extraer en pacientes jóvenes, porque las raíces todavía no se han terminado de formar y el hueso circundante es menos denso.
A medida que pasan los años, los cordales se hacen más difíciles porque las raíces se desarrollan completamente (pueden afectar al nervio dentario) y el hueso es más denso.
Una vez que tu dentista o tu cirujano maxilofacial ha confirmado que tus cordales están impactados y no tienen espacio suficiente para erupcionar por sí solos, hay dos opciones: esperar a que te den complicaciones (infección, dolor, daño a los dientes adyacentes, formación de quistes…) o extraerlas antes de que dichas complicaciones aparezcan.
Como no hay manera de saber cuándo van a aparecer las complicaciones, y además el paso del tiempo dificulta la exodoncia, parece más razonable extraerlas cuando está indicado que esperar a que se produzcan dichas complicaciones, porque a veces el daño es irreversible.
Si prefieres esperar, es necesario ir realizando radiografías de forma periódica para valorar la situación.
Nuestra amplia experiencia hace que la exodoncia de un cordal sea un proceso rápido e indoloro, que en la inmensa mayoría de los casos se realiza en nuestra Consulta, bajo anestesia local y de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.
Habitualmente no solemos tardar más de 10-15 minutos, aunque el tiempo puede variar un poco en función de la posición de la pieza y la forma de las raíces
Esta última es la más cómoda, porque permite masticar por el lado no operado mientras va cicatrizando la herida.
Si le hemos colocado una gasa, muérdala firmemente hasta que llegue a casa, luego retírela con cuidado.
No fume durante las primeras doce horas, pues puede provocar sangrado e interferir con la curación de la herida.
Es normal que algo de sangre rezume de los bordes de la herida. Puede encontrar a la mañana siguiente la almohada con algún resto de sangre.
No sople ni aspire a través de una paja, pues esto provoca el sangrado.
Si por cualquier causa la herida vuelve a sangrar, coloque sobre ella una gasita doblada y muérdala fuertemente durante media hora…
Cuando el cordal está incluido o semi-erupcionado, hay que realizar una pequeña incisión para acceder al mismo. Dependiendo del grado de impactación y de las raíces de la pieza, puede ser necesario «desenterrarla» mediante una fresa, y dividir la muela, separando la corona de las raíces. Esto nos permite extraer el cordal a través de una incisión de menor tamaño. Otras veces, si las condiciones son más favorables, es posible extraer la pieza entera.
A continuación mostramos algunos casos de muelas del juicio muy complejas, que han sido tratadas de forma ambulatoria en nuestra Consulta, bajo anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario.
* Los casos clínicos incluyen fotografías intraoperatorias que pueden dañar su sensibilidad.
Haga click en el título para ver las imágenes.
1 - Cordal incluido en Seno Maxilar dcho.
2 - Cordal incluido con quiste mandibular
3 - Cordal incluido con quiste maxilar gigante
4 - Cordal incluido por vestibular
5 - Cordal incluido atravesado por lingual
6 - Cordal incluido en basal mandibular con quiste