El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño o SAOS (en inglés OSAS – Obstructive Sleep Anpea Síndrome) es, junto al insomnio, el trastorno del sueño más frecuente.
Hay 3 formas de apnea del sueño:
Se produce por pérdida del estímulo cerebral para respirar.
La respiración se interrumpe por un obstáculo físico en la vía aérea, que impide el paso de aire.
En la que existe una combinación de las dos anteriores.
E l Sindrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) es un trastorno que se caracteriza por episodios repetidos en los que la respiración se detiene mientras se está dormido, debido a obstrucción o colapso de la vía aérea superior.
Esto provoca una alteración del paso de aire hacia los pulmones, bien por la reducción del flujo (hipopnea) o la detención completa (apnea). Estas pausas producen una disminución en la sangre de los niveles de oxígeno y un aumento del nivel de anhídrido carbónico (CO2), así como un pequeño despertar a menudo subconsciente (arousal), que permite recuperar la respiración normal hasta que se produce el siguiente episodio
Cada pausa de apnea puede durar desde unos pocos segundos a varios minutos, y puede ocurrir entre 5 y 30 veces o más cada hora.
El SAOS asocia una tendencia excesiva al sueño durante el día (Hipersomnolencia diurna) con uno de los siguientes síntomas:
La obstrucción puede deberse a varios motivos:
El más frecuente es la obesidad: más del 60 por ciento de las personas con SAOS son obesas.
Los enfermos con SAOS raramente son conscientes de su dificultad para respirar o de sus despertares nocturnos. El SAOS suele ser reconocido como un problema por los familiares que observan los episodios o las secuelas que produce. Los síntomas pueden estar presentes durante años sin que nadie lo diagnostique, tiempo durante el cual el paciente va a estar limitado por la somnolencia diurna y la fatiga por los trastornos del sueño.
Los pacientes con síntomas de cansancio o una alteración del sueño, en los que se sospeche una apnea obstructiva, deben ser derivados tanto al neumólogo como a las unidades de sueño.
No todos los pacientes roncadores o con despertares frecuentes y somnolencia diurna van a padecer un síndrome de apnea del sueño; hay otros trastornos que también pueden producir estos síntomas.
El diagnóstico se basa en una detallada entrevista clínica y la exploración física del paciente, pero la confirmación de la enfermedad requiere, además, la realización de una polisomnografía (o test de sueño). La polisomnografía precisa dormir una noche en el hospital, durante la cual se recogen una serie de variables fisiológicas durante el sueño. El análisis de los resultados junto a la clínica del paciente permiten orientar el diagnóstico.
El diagnóstico del SAOS requiere la presencia de:
Una vez realizado el diagnóstico de SAOS el tratamiento habitual se basa en el empleo de la CPAP y /o medidas higiénico-dietéticas (pérdida de peso e higiene del sueño).
La CPAP (Continous Positive Air Pressure) o Presión Positiva Continua de Aire nasal es el tratamiento clásico del SAOS severo. Consiste en una máquina que aporta aire a presión al paciente mientras duerme de forma constante, y que consigue vencer la obstrucción de la vía aérea. De esta forma, la vía aérea permanece abierta, desapareciendo las pausas de apnea y permitiendo un sueño reparador.
Fue introducida en el año 1981 y su uso continuo ha demostrado disminuir la mortalidad y las complicaciones asociadas de estos pacientes.
El tratamiento con CPAP se realiza habitualmente mediante un tubo conectado a una máscara que ajusta herméticamente alrededor de la nariz.
Sin embargo, el gran hándicap es el grandísimo incumplimiento. Por un lado las máscaras son molestas y pueden producir congestión nasal, sequedad, rinorrea, sequedad de boca, claustrofobia, aerofagia, irritaciones. Y por otro es un tratamiento que ha de ser empleado de por vida. A pesar de que van apareciendo mejoras en la maquinaria y en las máscaras, el incumplimiento terapéutico sólo ha mejorado marginalmente. Hasta un 25% de los pacientes (con una información suficiente) no llegan a comenzar el tratamiento y/o lo detienen muy pronto. Se considera cumplimiento del tratamiento el uso de la CPAP como mínimo 4 horas, 5 noches a la semana.
Son unos dispositivos confeccionados a medida tras una toma de registros para conseguir un avance mandibular o una elevación del velo del paladar. Tienen su indicación en casos muy determinados: SAOS leves o moderados como alternativa a la CPAP en algunos momentos (siestas, viajes).