Es la sustitución de un diente perdido mediante una corona colocada sobre un único implante, que se comporta como una “raíz” artificial.
La ventaja más importante de este tratamiento es que no hay que tallar (“desgastar”) los dientes vecinos al “hueco”. Las áreas entre los dientes permiten ser limpiadas por el paciente con seda dental, como los dientes naturales.
Existe una preservación o estabilización del hueso alrededor del implante, después de que este ha sido colocado en el lugar que antes ocupaba la raíz del diente perdido. La prótesis puede ser diseñada para que pueda ser extraída por el dentista para su reparación o actualización si es necesario (corona atornillada sobre el implante).
Las desventajas de este tratamiento son que ocasionalmente hay aflojamiento del tornillo que retiene la prótesis, la corona se puede descementar (aflojar), se puede fracturar la prótesis o ocurrir un fracaso del implante. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los estudios clínicos demuestran que el 90% de los implantes (sistema Branemark) colocados hace 25 años para la rehabilitación de pacientes que habían perdido todos sus dientes están todavía funcionando actualmente. Desde 1984 se están colocando prótesis unitarias sobre implantes, y han mostrado un grado de éxito similar.
La prótesis no sustituye al hueso y a los tejidos blandos atrofiados, por lo que puede ser necesario realizar un injerto de hueso o de tejido blando, durante la colocación del implante.
En este tratamiento los dientes a ambos lados del espacio edéntulo (“hueco” sin diente) son tallados (“desgastados”), para posteriormente cementar (“pegar”) sobre ellos una prótesis parcial fija, de metal o de metal y porcelana, que incluya el diente ausente que se quiere remplaza.
Las ventajas de este método de tratamiento son su rapidez (no hay que esperar al tiempo de curación del hueso, como con el implante); que el precio es menor que en el implante y que el resultado estético suele ser bueno a medio plazo.
Una prótesis parcial fija reemplaza el diente ausente, estabiliza la oclusión (el “encaje” de los dientes) y previene los movimientos de los dientes antagonistas.
Una prótesis parcial fija no puede utilizarse en dientes que no tienen suficiente soporte óseo o suficiente estructura dentaria para sostener la longitud de la prótesis parcial en su sitio.
Hay un riesgo de caries en los dientes y un posible daño al nervio de los dientes durante el tallado (“desgaste”), que requiera ser tratado mediante endodoncia (“desvitalización” del diente), con los problemas propios de este tratamiento.
La prótesis parcial adhesiva es una prótesis de metal y porcelana que se cementa (se ”pega”) a la cara palatina o lingual (“por detrás”) de los dientes adyacentes al hueco donde falta el diente.
Como la prótesis parcial fija convencional, la prótesis parcial adhesiva es fija y no removible (el paciente no se la puede quitar). Sin embargo, este tipo de prótesis requiere menos preparación de los dientes.
Sustituye el diente ausente, estabiliza la oclusión y previene la erupción de los dientes antagonistas. El tiempo de realización del tratamiento es corto. Puede colocarse en situaciones donde el espacio disponible es tan reducido que no “cabe” un implante.
Existe un riesgo de aflojamiento o despegamiento en muchos pacientes.
Existe riesgo de sensibilidad del diente o rotura de la prótesis.
A veces, el metal se transparenta en los dientes adyacentes y la estética se ve comprometida.
A veces, existe un problema de tejido blando bajo la prótesis parcial cuando la higiene diaria está dificultada.
La duración de esta restauración también es variable. Esta opción es a menudo seleccionada para pacientes muy jóvenes y algunos dentistas la consideran una restauración temporal hasta que los pacientes son mayores y han terminado su crecimiento. Entonces es colocada una de las otras prótesis definitivas (sobre implante o puente sobre dientes vecinos).
Es una prótesis “de quita y pon” fabricada con metal, acrílico y dientes de resina.
Este método de tratamiento es a menudo el menos caro y el que requiere menor tiempo de tratamiento. Si es necesario pueden ser añadidos dientes adicionales a la prótesis en el futuro.
Muchos pacientes le encuentran muchas desventajas, entre ellas, que es removible (no es fija), por lo que resulta incómoda y molesta para muchos pacientes a largo plazo. Puede afectar a los dientes donde se apoya, produciendo un aumento del riesgo de caries en los mismos y de problemas gingivales (de encía).
En algunas situaciones, hay metal que sostiene la prótesis en su sitio, pero es visible cuando el paciente sonríe. Los “ganchos” de metal pueden sobrecargar los dientes en los que se apoyan, aumentando su movilidad si están afectados por la enfermedad periodontal (“piorrea”) Algunos pacientes tienen problemas para adaptarse a la prótesis. Tienen dificultades en el habla y en la masticación. Estos pacientes suelen quejarse de que la encuentran muy voluminosa.
Es importante destacar que, sea cual sea el tratamiento seleccionado, el éxito a largo plazo depende de un programa controlado de mantenimiento de higiene oral con su dentista. Todos los dientes necesitan cuidados, sean naturales o protésicos y es necesaria una adecuada higiene diaria para mantener una salud dental óptima. Si usted tiene más preguntas, por favor póngase en contacto con su cirujano o con su dentista.