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Los tumores malignos de labio constituyen hasta el 30% de las neoplasias de la cavidad oral.
El carcinoma epidermoide es el tipo histológico más frecuente.
Es más frecuente varores, entre los 50 y los 70 años, y casi el 90% de los casos aparece en el labio inferior.
Por lo general se aprecia como una lesión hiperqueratósica (costrosa) o ulcerada.
Se encuentran metástasis del tumor en el momento del diagnóstico hasta de un 10% de los casos.
Por lo tanto debe realizarse una biopsia diagnóstica y pruebas de imagen ante la sospecha de metástasis.
El tratamiento depende del tamaño y localización del tumor, estadio, edad y condiciones generales del paciente.
En lesiones menores a 2 cm de tamaño se consideran igual de eficaces la cirugía y la radioterapia.
En lesiones de mayor tamaño, la cirugía es el tratamiento de elección con o sin radioterapia complementaria.
El tratamiento quirúrgico consiste en la extirpación del tumor con un margen de seguridad, y la reconstrucción inmediata mediante colgajos (desplazamiento de tejidos adyacentes, ver técnicas reconstructivas) que permitan mantener la función de la cavidad oral.
En casos más complejos, si el tumor se ha extendido puede ser necesario tratar los ganglios del cuello e incluso administrar radioterapia y rara vez quimioterapia.
